Palacio El Badi
El palacio de Badi fue construido por el mismo sultán que hizo las tumbas saadies, el sultán Ahmad ak-Mansur, y a día de hoy solo podemos apreciar las ruinas de lo que fue un impresionante palacio, dotado en su época de más de trescientas cincuenta salas decoradas en su momento con los más lujosos materiales.
La entrada al palacio cuesta 20 dirhams, (2€) y lo primero que destaca a la entrada del palacio son las inmensas murallas que lo rodean, que tienen por lo menos unos 10 metros de altura y que a parte de una altura tienen unos curiosos agujeros que supongo han ido apareciendo con el tiempo, y actualmente son la casas para las palomas.
En el patio central podemos hacernos una idea del inmenso tamaño que tenia en sus años de gloria este palacio; hoy lo que queda son unas enormes zanjas plantadas con naranjos y rosales, y la zanja central (a día de hoy vacía) que anteriormente debía funcionar como fuente.
En la habitación central hay una exposición con fotografías de Marrakech, con sus monumentos más visitados y con retratos de sus habitantes, y en la parte de atrás del palacio podemos ver lo que eran antiguamente los calabozos, ocultos de la luz del sol, iluminados únicamente por pequeños orificios que hay en el techo de los mismos.
En general son una de las ruinas más impresionantes que podemos visitar en la ciudad, y entrando por un precio muy ínfimo, en comparación con monumentos repartidos en otras partes del mundo, donde las entradas suben desde los 20€ hasta los 50€.
Y aunque no formen parte de los monumentos podemos ver a muchos gatos que pasean por los jardines y por las ruinas, que hacen que la visita sea muy amena.
Así que, si ya estás en Marruecos o tienes pensado ir, no te lo pierdas.
Aventura sin barba 